Y ayer, mientras desayunabamos, nos llamó Gerardo y nos preguntó si nos apetecía ir a la precordillera con un amigo suyo abogado. Resultó ser Francisco Pinochet, un personaje super loco, que nos invitió a su casa de campo a almorzar, y nos paseo por sus tierras. Con una gran novedad: la nieve! Estaba todo super blanco y bonito!